Estoy físicamente en forma, no he bebido alcohol antes de realizar el salto y no sufro de ninguna de las siguientes condiciones, que entiendo que me pueden llevar, a mí y a otras personas, a una situación de peligro durante el salto: embarazo, epilepsia, convulsiones, problemas de corazón, severas enfermedades mentales ni adicción al alcohol o a las drogas.

Las personas involucradas en paracaidismo deben tener un nivel de forma física razonablemente alto, no deben tener sobrepeso (máximo 100 kg) en relación con su sexo, edad y estatura.

Además de las condiciones médicas listadas más arriba, las siguientes pueden causar problemas en la práctica del paracaidismo y si alguna vez ha sufrido de alguna de ellas, debe pedir opinión médica: desmayos frecuentes, mareos, amnesia, alta presión sanguínea, bronquitis crónica, asma severa, fiebre reumática, enfermedades de hígado, riñones o pulmones, desórdenes de tiroides, suprarrenal u otras glándulas, enfermedades de los huesos o de las articulaciones, desórdenes sanguíneos, anemia severa, enfermedades crónicas de los oídos o sinusitis, haber sufrido una herida importante en la cabeza, cualquier situación que requiera el uso regular de drogas.

El pasajero deberá ir compensando la diferencia de presión del oído interno (por ejemplo, tragando saliva) producida tanto por la subida como por la bajada. No podrá saltar si está totalmente congestionado.

El paracaidismo puede ser permitido a pesar de la existencia de alguna de las condiciones anteriores con tal que el pasajero aporte una autorización expresa de su médico.

Nunca me he dislocado un hombro.

Entiendo que tengo que levantar las piernas en el aterrizaje para que el instructor pueda tocar el suelo primero.

No he hecho submarinismo en las pasadas 24 horas.

Entiendo que el paracaidismo es un deporte de riesgo, y que, incluso siguiendo todas las normas de seguridad, pueden ocurrir accidentes.